El edificio clasicista, cuya fachada del año 1860 ha sido declarada monumento histórico, tiene un agitado pasado y ha afrontado numerosos cambios constructivos. El edificio inicialmente residencia del famoso arquitecto y urbanista húngaro József Hild, situado en la calle Vigyázó Ferenc, ha sido remodelado varias veces y utilizado temporalmente como edificio de oficinas hasta que, en el año 2015, el hotelero Mazen Al Ramahi lo transformó en el actual hotel de 4 estrellas.
El concepto de diseño recorre con coherencia todas las zonas públicas y privadas del hotel. Para ello, el equipo de interioristas ha desarrollado una eficaz mezcla de estilos que combina los elementos históricos con materiales modernos y formas minimalistas. El resultado es un encantador estilo vintage que —pese a todas las comodidades modernas— vuelve a transportar al esplendor de la monarquía austrohúngara. Todo el hotel cuenta con materiales y un mobiliario de primerísima calidad. Ostentosas arañas de cristal que se reflejan en los suelos de mosaico con partículas de bronce, acogedores muebles de diseño con sugerentes tejidos de terciopelo cuyo efecto es llamativo pero no recargado. También en las habitaciones de las categorías Standard, Deluxe, Executive y Prestige Suite se han creado ambientes de estilo definido con el encanto de lo vintage que armonizan maravillosamente actualidad y pasado. Este encanto se encuentra también en los excelentes cuartos de baño de las 85 habitaciones de diferentes categorías del hotel. Las puristas cerámicas sanitarias de la colección Architectura de Villeroy & Boch contribuyen también aquí a la mezcla de modernidad y elegancia, materiales y ornamentos. Fastuosidad y minimalismo, la historia de la alta burguesía y las comodidades del futuro: en el Prestige Hotel Budapest, los opuestos se encuentran formando una maravillosa unidad.