Después de meses de confinamiento territorial por el coronavirus, llega el momento de disfrutar de la segunda residencia en vacaciones o fines de semana. Más que nunca es necesario hacer una puesta a punto para convertirla en el refugio de desconexión, y eso incluye el cuarto de baño.

   

La funcionalidad es en estos casos la máxima a seguir. Duscholux, tiene en cuenta estas necesidades básicas y ofrece, a través de sus mamparas, soluciones funcionales y de calidad, sin renunciar al diseño y la personalización. 

La filosofía de “menos es más” reina en la serie D4 Pure20 de Duscholux, una colección de líneas sofisticadas y atemporales, que ofrece múltiples combinaciones con diseños casi invisibles que aportan mucha luz y amplitud y acabados en líneas rectes. Y para un toque aún más personal, la colección D5 Custom20, que permite customizar la guía superior de la mampara mediante pletina de aluminio o con el sistema PanElle (diferentes colores y texturas). 

Una segunda residencia es sinónimo de relax, desenfado, diversión... Por eso la colección 

D3 Fly20 apuesta por la sencillez de sus separadores fijos sin perfil larguero estabilizador sobre los que se puede dar rienda suelta a la imaginación. Esta línea y la D3 Basic 20 permiten infinitas posibilidades de costumizar el vidrio, combinando formas geométricas y líneas rectas, en color blanco o negro, o con diseños a todo color, aplicando pinturas DECO. Además, la línea D3 Art20 cuenta con hasta 7 tonos para el vidrio.

El baño suele ser un espacio compartido por niños, adultos y abuelos, de manera que debe adaptarse a todas las necesidades. Para todos ellos, la firma dispone de la serie 

Gravity One, una mampara todo terreno con acabados sencillos y sofisticados, que garantiza la máxima estanqueidad y una resistencia comprobada de 30.000 ciclos de apertura y cierre.