En un momento en el que la hospitalidad ha dejado de limitarse al hotel para integrarse de forma natural en la vida cotidiana, las marcas ya no se definen únicamente por espacios icónicos, sino por la capacidad de generar experiencias coherentes y sistemas de identidad vivos. La hospitalidad se convierte así en un lenguaje transversal, capaz de extenderse a múltiples formatos y escalas.

Desde la perspectiva de hba, diseñar en el ámbito del hospitality (tanto en hoteles como en branded residences) supone traducir valores, comportamientos y cultura en entornos habitables, relevantes y duraderos. El diseño actúa como mediador entre la marca y las personas, construyendo atmósferas que conectan emocionalmente y responden a nuevas formas de habitar.

Más que representar una marca, el diseño crea contextos donde la hospitalidad se vive, se reconoce y se habita, generando experiencias auténticas que perduran más allá del espacio físico.

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